Buscar

Aprieta "Enter" para buscar o "ESC" para cerrar.

Tras el lente de Ali

Escribe Ali Nightingale / Fotografías: Ali Nightingale

Un día en instagram, vi la foto de un amigo en el Morro, no la pensé mucho y le dije “¡hey, yo puedo hacer esas fotos!”.

Toda mi vida he sido deportista y siempre me han llamado la atención los deportes extremos sobre todo, pero mi única experiencia en fotografía deportiva había sido “skate” para un emprendimiento de ropa (hace como 1000 años y con cámara análoga) y algo de “escalada en roca”.

Conversé con mi amigo. Le pedí que me explicara todo sobre el Morro: qué hacen, cuál es el vacilón, horarios, días… me pasó los nombres de los riders más conocidos y de todos los fotógrafos, así como también los precios de sus fotos (de los que no sabía, lo mandé a averiguar solapadamente), dato importantísimo.

Llegó el día. 5:30 am me recogieron (dormí malísimo pero me levanté como un resorte). Había estudiado toda la info y chequeado varias fotos. Estaba casi lista. Digo “casi”, porque si bien tenía toda la teoría, no tenía idea de cómo me iba a ir en la práctica y eso me asustaba un poco. No quería fallar o por lo menos no mucho (soy muy exigente conmigo misma), pero al mismo tiempo trataba de relajarme, total uno no nace sabiendo.

Llegamos 6 am, era de noche aún. ¿A dónde voy y por dónde? ¿A qué hora michi amanece? “Sube por ahí, camina por allá, sigue las luces de las bicis…y por ahí verás el chorriline”, me dijo mi amigo señalándome todo a oscuras. Hice tiempo, amaneció y llegué al famoso chorriline (donde no había ningún gato porque aún era muy temprano).

Pasaron varios minutos y la gente comenzó a bajar. Recuerdo que probé diferentes spots, así como también seteé la cámara varias veces, buscando tener fotos enfocadas. Algunos me preguntaron cómo me encontraban en Ig y para eso fui preparada. Llevé mis tarjetitas porque iba a ser imposible que memorizaran mi apellido. Y las repartí como volantes.

Mis amigos me decían que me ponga un nombre-marca más fácil de recordar o que me cambie de apellido (algo así como “Ana Diaz” mejor), pero no, yo quería que me conocieran por mi nombre. ¿Y cómo me ha ido con eso? Pues bueno, cuando los foteo y me gritan “cómo te encuentrooo!!”, respondo: “Ali Nightingaleeeee”, “cómo???”, “Ali Night…” asu ya se fue… Por eso, hasta ahora me dicen que mejor lleve mi cartel o que me haga un polo con mi nombre y apellido.

En fin. Mi primer día no hice muy buenas fotos en promedio, pero vendí 3. ¡Tres fotos! No había pensado vender siquiera una. Además sin querer le saqué una buena toma a Oswaldo y otra a Mateo Negri. No tenía la menor idea de quiénes eran, pero mi amigo me dijo: “postea sus fotos, etiquétalos, regálales las fotos!”, ellos mueven masas y así la gente te comienza a conocer. Y así lo hice…

No quedé nada satisfecha con mi primer día. Me vi algunos tutoriales de “fotografía mtb”. Chequee más trabajos de otros fotógrafos y regresé al Morro, pero esta vez subí un poco.

Ya tenía mapeados algunos spots . Mi 2do día probé el puente Fuxion, me fue mejor y agarré más confianza. Luego la olla, la garganta y así varios otros que ustedes ya conocen.

Han pasado ya 9 meses y en todo este tiempo he ido conociendo de a pocos el lugar, a los riders y sus movimientos, mi cámara, mis lentes, a los demás fotógrafos y fui puliendo también mis ediciones.

Hasta el día de hoy, cada vez que voy, siento un poquitín de ansiedad, de cómo me saldrán las fotos, no lo puedo evitar. Cada día es un reto y siempre aprendo algo. Veo mis primeras fotos y digo “¡Ay Dios! ¿En serio?” jajaja, luego chequeo las de ahora y veo una gran evolución, pero siempre con detalles por mejorar.

Para mí esto ya va más allá de solo hacer fotos. Me gusta el ambiente, la gente, el mismo deporte en sí. Me gusta ver a los chicos pasar coheteados, “desbloqueando”, volando por las alturas, haciendo “whips”, etc. Me emociono con las competencias. Hasta me pego viendo sus videos de “tips”, como si yo fuera rider (aunque algunos los aplico en mis humildes pedaleadas por las bajadas y subidas de la Costa Verde y hasta el bichito de subir al Morro ya tengo). Y si hace un año me hubieran preguntado si me levantaría 5:20 am para ir a trabajar, hubiera dicho “no hay forma” (o sea tampoco despierto con una sonrisa de oreja a oreja, pero al llegar al Morro siento que vale la pena).

Acá he conocido gente muy linda, gente que suma y que no tienen ni idea de que han sido y son un pedazo de mi motor, con su buena onda, con sus consejos, su apoyo, sus bromas. Y a pesar de que aún me cueste reconocerlos cuando pasan por mi lado, los tengo bien presentes. O sea, ya pues, con toda la protección que llevan encima, no es fácil. Como me dijo un amigo un día de Morro: “Oye, hoy vino Mario Hart, ¿lo foteaste?” a lo que le respondí: “Ni a ti que te conozco hace años, te reconozco acá y crees que voy a reconocer a Mario Hart?” jiji. No, en serio. Muchos de ustedes han sido pieza importante en mi decisión de seguir o no.

Todo esto es una súper experiencia, tanto a nivel profesional como personal. He aprendido a creer más en mi capacidad como fotógrafa, a confiar más en mí y a darme cuenta que la única forma de crecer y lograr mis objetivos, es lanzándome con todo y miedo a sabiendas de que me puedo equivocar, pero al mismo tiempo que también voy a aprender.

Es un lujo ser parte de esta comunidad. Gracias a todos por su apoyo, la motivación y la buena onda. Mil gracias EnduroMTBPeru que desde un principio me echó porras y creyó en mí (más que yo) y que ahora me ha dado la oportunidad y un espacio para contarles un poquito sobre mi experiencia y mi sentir.

Y como dicen ustedes: ¡Nos vemos en el cerro!

Deja una respuesta